Otro de los libros favoritos de la vida es Jonathan Strange y el Señor Norrell de Susanna Clarke.
Hace muchos años leí que era una mezcla de «Jane Austen con hadas» y aunque fue publicidad engañosa, me encontré con el libro sin tener otra referencia y lo amé.
Sí, está ambientada en la Regencia inglesa, como las novelas de Austen. Sí, hay muchas reglas de etiqueta debido a las reuniones de la nobleza para solucionar una Guerra Napoleónica que aún no termina. Sí, hay hadas. Pero no esas hadas victorianas, pequeñas y con alas que han permeado la mayoría de la literatura de fantasía. Acá las hadas aparecen como seres mágicos de la naturaleza, con códigos propios, que fueron expulsados de Inglaterra hace 300 años por John Uskglass, el Rey Cuervo; lo que ha provocado que ya no exista más magia en Inglaterra, hasta… la aparición del Sr. Norrell y de Jonathan Strange. Cuando supe que la BBC había hecho una miniserie (2015) fue pura felicidad.
La gran magia del libro es explorar la relación que surge entre los distintos temperamentos de Norrell (Eddie Marsan brillante: un viejo gruñón, cobarde, fanático de los libros, avaricioso y huraño) y Strange (Bertie Cavel: un tipo extrovertido, gracioso, valiente y despistado), diferentes (como magos) en un mundo extraño para los dos (primero Norrell, fuera de su elemento con los códigos nobiliarios de etiqueta de la época y luego Strange, primero con las normas del Ejército y luego del mundo de las hadas, que no conoce y que le provocan madurar de golpe). La serie rescata y enriquece esa relación muy bien, desde el aspecto físico hasta el modo de hablar de ambos (y qué es lo que valoran: Norrell los libros y Strange: su mujer).
Otro punto altísimo de la serie es cómo plantea el mundo de las Hadas, seres distintos, pero a la vez muy parecidos al mundo humano (con las mismas rígidas normas de etiqueta, que incluyen bailes sin fin), continuos juegos de espejos y criaturas incomprensibles (puntos aquí para el Caballero con el pelo como el vilano de cardo, que nunca desentona hasta que entendemos de quién se trata).
Todos los secundarios (Vinculus y Childermass) son excelentes y lo que parecía una serie sobre fantasía y hadas, es finalmente una serie sobre relaciones humanas. Conserva el espíritu del libro y aunque se pierden las innumerables notas al pie que hablan sobre el Rey Cuervo, la serie es muy buena. La recomiendo muchísimo, incluso para los que no se atrevieron con el libro (que pueden leer en la Biblioteca de Santiago).

Lo voy a incluir entre los pendientes de lectura 😀
Vale muchísimo la pena.
Berna, vez que leo tu blog termino encargando un libro por BuscaLibre o a alguna librería! Ajajajaja pero no me decepcionas. Gracias por darte el tiempo de hacer estas breves introducciones. Lo agregaré, sin duda, a mi lista de pendientes y luego de leerlo veré la serie.
🙂 ahí me cuentas que tal.