Favoritos_MB_webEl 2020, Carlos Lloró me invitó a escribir el prólogo de un libro que estaba preparando de entrevistas a Jaime Córdova y Patricio Alfonso, sobre Drácula y vampiros. 

Acá les dejó mi prólogo, esperando que se animen a comprarlo y leerlo porque quedó muy bien, desde la portada en homenaje a la Universal de Daniel Bernal a las ilustraciones y textos interiores:

« Sé un completo sumiso de tus obsesiones.
Tus obsesiones, son, con mucho, lo mejor que posees.
Son reliquias de la infancia »
(« Para ver cierra los ojos », Jan Svankmajer).

Lo que le da título a este libro, es algo que se suele mencionar poco cuando se revisa la figura del Drácula de Bram Stoker: su biblioteca. Emulando a los enciclopedistas, Drácula quiere saber todo sobre Inglaterra : sus costumbres, su flora, sus ciudades, las personas que las habitan y ha invertido mucho tiempo, primero en aprender el idioma y luego en documentarse de manera apropiada antes de comenzar su viaje. Vemos que Drácula finalmente lo que quiere es catalogar, descubrir, conocer todo de su futura presa, que no es más que el Imperio Británico en sí mismo, como conquistador que es (tema que fue desarrollado de manera brillante por Kim Newman en El año de Drácula y por tanto, su biblioteca es el objeto que entrega las claves de lo que considera valioso o importante para su próximo viaje y para su no-vida, como bien señala Jonathan Harker en la novela: «  Los libros eran de las más variadas clases: historia, geografía, política, economía política, botánica, biología, derecho, y todos refiriéndose a Inglaterra y a la vida y costumbres inglesas. Había incluso libros de referencia tales como el directorio de Londres, los libros «Rojo» y «Azul», el almanaque de Whitaker, los catálogos del Ejército y la Marina, y, lo que me produjo una gran alegría ver, el catálogo de Leyes ».

Este libro nos presenta entonces las bibliotecas de intereses que han construido otros dos Dráculas: Jaime Cordova, periodista y especialista en las películas de la casa Hammer, autor de los libros: “Fenomenología de lo fantástico en el cine de Terence Fisher”, “Hammer Films, otra mirada hacia el horror”, “Próximamente en esta pantalla”, “Cine documental chileno: un espejo a 24 cuadros por segundo” y « Conversando sobre cine chileno »Patricio Alfonso, filósofo, autor del libro de ensayos « Drácula frente al Espejo » y de las antologías de cuentos fantásticos: « El Closet de Pandora » y « Circo de Medianoche ».

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Podemos tener una aproximación a sus bibliotecas e intereses, gracias al tercer Drácula: Carlos Lloró, quien, emulando al Dr. Seward mediante la transcripción de múltiples registros grabados en fonógrafo, ha realizado una exhaustiva labor de recopilación, siguiendo con interés a estos dos entrevistados y dejando que sean ellos mismos quienes nos develen el misterio detrás de su interés por la representación de los vampiros, ya sea en el cine o en la literatura. No es primera vez que Lloró se embarca en un rescate de diálogos que nos permiten conocer las obsesiones e intereses de una persona particular ; en su libro anterior « Conversaciones con Sergio Meier » , nos entrega una semblanza del escritor de ciencia ficción y autor de obras como « El color de la amatista » y « La segunda enciclopedia de Tlön », rescatando sus conversaciones y fijándolas de manera que se puedan volver a consultar una y otra vez, otra biblioteca.

El interés por lo fantástico y sus manifestaciones es la base de este libro, reflejado en los vampiros como criaturas polisémicas que permiten hablar de simbología, historia, cine y metafísica, entre muchos otros temas. Resulta sumamente interesante leer como Jaime Córdova va contando poco a poco el valor del cine de Terence Fisher, mientras que para ejemplificarlo entrega detalles que ha logrado entrever luego de múltiples revisiones (el hecho que los monstruos siempre se sitúen en un plano más arriba o más abajo, que los pasos de Drácula no se escuchen o que la cruz con la que mata Van Helsing al Drácula de Christopher Lee en «El horror de Drácula » (1958) es una cruz templaria, hecha con dos candelabros, entre muchos otros). Vamos de esta forma, a medida que avanza el libro, conociendo detalles, sumando información que agrega como contrapunto Patricio Alfonso, quien, partiendo desde la figura del vampiro como un « eje », va concadenando el tema del doble, de la otredad, de la realidad liminal, para construir así un diálogo de recuerdos y referencias, atesorados como reliquias. De cierta manera, ambos parecen custodios de estas reliquias, pues comparten las respuestas sólo cuando las preguntas y el tiempo son correctos, así como lo consigna el entrevistador, al presentar las distintas ocasiones en que pudieron reunirse y conversar.

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Van Helsing formando la cruz templaria en «El Horror de Drácula».

Al contrario de los vampiros chinos, que sólo pueden desplazarse en línea recta ; Córdova, Alfonso y Lloró van construyendo laberintos de significado, volviendo sobre sí mismos y enlistando referencias, imágenes, citas, autores y amigos, como si quisieran conjurar a los vampiros aritmomaníacos del folklore eslavo, obligados a contar semillas de mostaza o granos de trigo. Los vampiros, esas figuras no muertas, tenían que contar de manera obsesiva los granos que contenían de manera potencial vida y es, eso, a fin de cuentas, lo que podemos encontrar en este libro, en el cual estamos invitados a entrar. 

PS: Carlos Lloró es quien vende el libro. Pueden escribir a: carloslloro@gmail.com o bien comprarlo por Mercado Libre. 

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5 comentarios en Favoritos: La Biblioteca del Conde Drácula

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