Favoritos_MB_webLuego de la serie de tres artículos sobre «El camino en el laberinto» (Origen, etimología y tipos) vuelvo a los laberintos, pero aquellos presentes en iglesias góticas. 

Algún día podré visitarlas todas (objetivo pre pandémico y ahora objetivo post pandémico):

Como tantas otras imágenes y símbolos paganos, la imagen universal del laberinto cayó prisionera del sincretismo y acabó principalmente en los suelos de las iglesias cristianas, como muestra gráfica de las pruebas que el hombre debe pasar en su camino hacia Dios o como posibilidad de peregrinar hacia el axis mundi (eje del mundo) que era entonces Jerusalén, Ciudad Santa. Más adelante veremos otras posibles explicaciones al uso de este símbolo.

El uso más antiguo de la imagen del laberinto en un contexto cristiano fue en el pavimento de la basílica de San Reparato, en Argelia, que data del año 324 d.C. y que actualmente se conserva en la catedral de Argel. Desde la «S» central se lee en todas las direcciones «Sancta Ecclesia», la Iglesia Madre a la que deben acudir todos los fieles. Es interesante observar que la «palabra Ecclesia» tiene dos «C», la ausencia de una de ellas permite transformar el laberinto en un cuadrado basado en el número mágico 13.

ecclesia

Recientemente, en el siglo VI, el laberinto hace su aparición en Europa. Cinco siglos más tarde, se realizan tres laberintos en el norte de Italia, uno de ellos, el de San Miguel el Grande, en Pavía, contemporáneo de la Iglesia de San Davino en Piacenza y otro en la Iglesia de Lucca. A un lado de la imagen se puede leer: «Este es el laberinto que Dédalo el cretense ha construido. Una vez dentro, nadie puede salir excepto Teseo, gracias al hilo de Arianna».

arianna

También había laberintos en la catedral de Cremona, donde el minotauro del centro se confundía con un centauro (lo que era bastante frecuente). También en la iglesia de Santa Maria d’Aquiro en Roma y en la de Santa Maria en Trastevere, de 1190. Sin duda, el laberinto más hermoso es el de la Iglesia de San Vitale en Rávena, que destaca por su sencilla belleza.

cremona
En Alemania, el laberinto que había en Colonia ha sido destruido, al igual que el que existía en la Iglesia de San Severín. Sólo permanecen en Quedlinburg, como un recuerdo más antiguo que la imagen, tres figuras: flechtbaender (cintas entrelazadas) y ewigkeitsbaender (cintas de la eternidad). También un lote de vórtices: Sonnewirbel, pero como sabemos ninguno de ellos es propiamente un laberinto aunque lo preceda en lo imaginario.

En Inglaterra en la pila bautismal de la Iglesia de Lewannick, Cornualles, están tallados un sencillo laberinto en forma de pentagrama y una espiral y en la Iglesia de Santa María de Recliffe de Bristol, existe un pequeño relieve en el techo con un laberinto que data del siglo XV. Aparecen laberintos en los pavimentos de la Iglesia de Bourn, Cambridgeshire, y en la Catedral de Ely, aunque esta última ya fue construida en 1870. Otra reproducción moderna se encuentra en la Iglesia de Alkborough en Lincolnshire, en el renacimiento que se produce en Europa por lo gótico.


Los laberintos recibieron como nombre meandre (la figura que le precede en lo imaginario), daedali y domus daedali (una clara reminiscencia de Dédalo, constructor del laberinto de Knosos) y camino de Jerusalén o lugar de Jerusalén. El centro era el Cielo o Jerusalén.

Como hemos observado por los nombres dados a los laberintos, el verdadero cielo de éstos era Francia y sus iglesias góticas. Lamentablemente, casi todos han sido destruidos y sólo quedan los dibujos o las referencias en algunos libros. Por ejemplo, el laberinto de Reims fue destruido en 1779 (aunque se conserva el dibujo), el de Auxerre en 1769, el de Arrhes durante la Revolución Francesa aunque se conservó el dibujo, el de Saint Etienne de Tombent en 1802, así como el de Touissants en Chalons sud Marne, éste muy temprano en 1554. La de Sens, destruida en 1769, la de Bayeaux está actualmente en muy mal estado, con el boceto casi irreconocible. La de Poitiers, con un diseño único en forma de árbol, también ha sido destruida (en este laberinto no se llegaba al centro, sino que después de cierto tiempo se volvía al punto de partida). Saint Bertin de Saint Omer, también destruido. El laberinto de Amiens, construido en 1288, fue aparentemente destruido en 1828 y restaurado en 1896. Con un diseño muy similar, el laberinto de San Quintín no tuvo tanta suerte, también fue destruido. El laberinto más famoso de todos, el de Chartres, diseñado por el arquitecto Villiard de Honnecourt en el siglo XIII, consiguió salvarse de esta destrucción y recibe hasta hoy, casi intacto, miles de peregrinos al año.

¿Porque tanto ensañamiento con esta figura? A pesar del claro mensaje didáctico que transmitían en una época en la que muy poca gente sabía leer, la mayoría de los laberintos fueron destruidos por orden directa de los representantes de la iglesia, que no toleraban el ruido que producían los niños jugando en ellos, considerándolos por tanto, instrumentos del diablo. Vemos cómo su poder de evocación ha excedido finalmente su poder de instrucción… Los laberintos están hechos para ser recorridos… A esto se añade la acción de vándalos y saqueadores de siempre. 

El laberinto se desplaza entonces a lugares más mundanos, donde fue mejor recibido como los laberintos jardines y los palacios. Abandona el espacio sagrado sin prejuicios ya que es, en sí mismo, un espacio sagrado. 

Continúa en: Descripción y explicación de laberintos en iglesias góticas 

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3 comentarios en Laberintos en iglesias góticas 1: El contexto cristiano

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