Y se acaba el 2023. Diciembre fue un mes con muchas actividades: me invitaron a participar en la 2 Convención de Ciencia Ficción; ALCIFFCON en una conversación sobre ciencia ficción latinoamericana (junto con Claire Mercier, Francisco Ortega y Luis Saavedra). También presenté junto con Daniela Viviani el libro de terror «Horror Faciem» de Daniel Erlij, a quien le hice un informe de lectura y fue publicado por Trayecto Editorial. Una vez más, con la invitación de José Luis Flores y LDP Magazine, fui a hablar sobre hadas en su canal, que quedó grabado por acá. 

Tuve 45 lecturas este mes (el mes que más leí el 2023): 18 libros y 27 cómics y mangas, de los que quiero destacar:

FICCIÓN:

  1. El quinto elefante de Terry Pratchett y ¡Voto a bríos! de Terry Pratchett: seguí este año con la saga de la Guardia de Mundo Disco de Terry Pratchett, a mi gusto la mejor saga junto con la de las Brujas. En el primer libro vemos a Vimes enviado a una misión diplomática entre vampiros y hombres lobos en Uberwald para evitar una posible guerra (lo que permite conocer más a Angua y su familia y más sobre los Igor). Como siempre una hermosa reflexión de Pratchett sobre los privilegios, la aristocracia y el racismo. En la segunda vemos el intento de una guerra entre Klatch y Ankh Morporkh matizado con todos los comentarios satíricos de Pratchett sobre la inutilidad de las guerras, la xenofobia, el pasado militar de Willikins y los inventos de Leonardo de Quirm, sumado a Vetinari y su misión encubierta como malabarista y domador de burros. Excelente.

NO FICCIÓN

  1. Escuela de rebeldes: Cómo un grupo de espíritus libres revolucionó las ideas de raza, sexo y género de Charles King: una excelente revisión de la influencia de Franz Boas en la formación de la Antropología Sociocultural y cómo se planteó ante temas como el llamado racismo científico, eugenesia, inmigración, frente al escenario de la Segunda Guerra Mundial. Todo el análisis a la labor de sus discípulas como Ruth Benedict, Margaret Mead, Zora Neale Hurston, Ella Cara Deloria, en expandir el conocimiento de las culturas que estudiaron es magnífico y está escrito de manera precisa y brillante. También aparecen discípulos como Edward Sapir y Alfred Kroeber (padre de Ursula K Le Guin) y además de detallar su trabajo académico, tampoco se excluyen todas las complejas relaciones que tuvieron (matrimonios, divorcios, infidelidades, engaños, etc). Como antropóloga disfruté enormemente este libro, pero creo que es disfrutable para cualquier interesado en el tema.
  2. Mira lo que te pierdes: El mundo visto a través del arte de Will Gompertz: me encanta cómo escribe Gompertz, porque realmente logra transmitir la pasión que siente por el arte. Había leído antes «¿Qué estás mirando?: 150 años de arte moderno en un abrir y cerrar de ojos» y me había gustado mucho, así que aproveché de seguir con este libro que aborda las diferentes formas de ver el mundo de 31 artistas distintos, haciendo énfasis en la forma de ver y plantear su trabajo artístico, fuera del cliché de cada uno de ellos, especialmente los más famosos. Destaco especialmente el haber conocido a Kara Walker y Jennifer Packer y el descubrir cosas nuevas sobre Tracey Emin, Christo y Edward Hopper. 
  3. Apuntes para una historia de la dictadura cívico militar chilena de Juan Cristóbal Romero: este libro forma parte de una serie  del mismo autor de Apuntes sobre distintos temas (el primero que leí fue «Apuntes para una historia de la poesía chilena»). En este caso se suman citas, frases, que van construyendo una pirámide del horror, entre banalidades, chismes, atrocidades, y hechos no muy conocidos sobre la dictadura chilena. Es díficil hacerle justicia porque es obvio que se quedan mil cosas afuera, pero una mención especial por destacar la figura de Miguel Ángel Rodríguez Gallardo. 

COMIC:

  1. No me olvides de Alix Garin: sabía que el tema era terrible y me haría llorar y así fue: la historia de una nieta que saca a su abuela con Alzheimer de una residencia y la lleva en un viaje a ninguna parte buscando una casa de la infancia que no existe, mientras lucha con la complicada relación que tiene con su madre, que al ser madre soltera trabaja todo el tiempo y no tuvo tiempo para ella, sumado al hecho de sentirse inadecuada toda su vida al ser lesbiana. El dibujo es excelente y muy expresivo y la historia logra sortear con éxito el llanto fácil y mostrar la dura realidad cotidiana de cuidar de una persona mayor, con mucha dignidad. Me gustó mucho.
  2. Balada para Sophie de Filipe Melo y Juan Cavia: una historia sobre un pianista de éxito (Julien) que ha vivido toda su vida envidiando a otro (Francois), quien es sumamente talentoso y parece vivir para el arte y no para generar dinero como él, tocando melodías mediocres. Esta rivalidad musical marca la vida de nuestro protagonista quien termina salvándolo de un campo de concentración, ganando los premios que debió haber ganado Francois, teniendo un romance incluso con su novia y en general, viviendo toda su vida a la sombra de una figura que reverencia y odia a partes iguales, situación que vemos en el comic (mediante flashbacks) porque una joven, Sophie, llega a su casa cuando Julien ya es anciano a pedirle una entrevista exclusiva. El dibujo complementa la historia con un uso hermoso de colores pasteles y la construcción de personajes muy reconocibles y al final tenemos como sorpresa la partitura que da título a la historia.
  3. Mi guerra: de la Rochelle a Dachau de Guy-Pierre Gautier y Tiburce Oger: esta es la historia real de Guy Pierre Gautier, nombrado Caballero de la Legión de Honor el 2015 (hecho que comienza el cómic) y que me recordó mucho la biografía: «Sin destino» de Imre Kertesz, especialmente debido a la culpa de los supervivientes de los campos y cómo fueron tratados cuando regresaron. Junto con su nieto Tiburce Oger  (quien dibuja la historia), cuentan sobre los jóvenes que estaban en la Resistencia francesa, cómo era la Francia ocupada, cuáles eran las terribles condiciones en los campos de concentración y sobre todo, cómo fue ser liberados y regresar. El cómic está lleno de situaciones terribles y dolorosas y también de camaradería y humanidad y es un documento muy valioso sobre este período histórico. Muy recomendable.  
  4. Látigo de cien colas de Fernando Krahn: creo que entra totalmente en la categoría de Bestiario chileno. Una muestra de la maestría de Krahn para hacer una crítica feroz a la élite chilena (que se puede extrapolar a cualquier otra), representándolos como animales vestidos de traje, en medio de una atmósfera desangelada en blanco y negro . Esto es algo que se ha hecho desde que existen las caricaturas satíricas como las realizadas como J. J. Grandville, pero que Krahn eleva a la categoría de arte, especialmente por el estudio de las expresiones faciales.
Foto de Látigo de cien colas por Fundación Troquel: https://www.troquel.cl/fernando-vuelve-a-casa/

¿Y ustedes, qué buenas lecturas tuvieron en diciembre?

6 comentarios en Mejores lecturas diciembre 2023

  1. Hola Berna, espero tengas un gran 2024. Me quedó dando vueltas que haces Informes de Lectura de un texto. Prestas ese servicio o fue solo puntual? Me gustaría saber para cotizar un Informe de Lectura para una novela juvenil de ciencia ficción que estoy editando. Gracias de antemano. Saludos Paulo

  2. Destaco una comiquita:

    «Astérix y la Transitalica», de Jean-Yves Ferri y Didier Conrad (Illustrator).

    Una aventura en movimiento. Asterix y Obelix nuevamente en la ruta, ahora ganándole a los romanos en su propia península (que no es solo de los romanos, debemos aclarar 🙂 ).
    Los dibujos de Conrad mantienen el espíritu detallista de Uderzo, y la historia de Ferri bien puede pasar por ser de Goscinny. No se trata de copiar, ojo, se trata de seguir adelante.
    En resumen, de los «nuevos» tiempos esta es la historia que más me ha gustado. Todas valen la pena para un amante del Asterixverse, pero esta me ha dejado una sonrisa más grande.
    Por Tutatis!

    Vamos por 2024

      • Los solo Uderzo eran efectivamente ñe. Pero estos de nuevos autores/dibujante han sido una refrescante sorpresa. No son como los mejores clásicos, pero dejan sonrisas.
        Y ahora que con la editorial Del Zorzal los reeditaron en Sudamerica, completé (again) la colección así que feliz 🙂

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