Otro artículo que rescato de los océanos de tiempo de Goetia, es esta reseña sobre el libro del Conde de Lautreaumont: «Los cantos de Maldoror» (Mal d’aurore: mal de aurora): obra de profunda influencia para el surrealismo, poesía y arte posterior.
¿Pero quién era este conde, quien falleció tan joven? ¿Cómo se forja la escritura de esta obra, profundamente revolucionaria?…
Otra de las figuras obscurecidas por su obra, si bien las dos pueden unirse, el falso conde nace en Montevideo en 1846, hijo de un diplomático francés, después de vivir en Uruguay algunos años, es enviado a Francia, primero a un colegio en Tarbes y enseguida al Liceo de Pau, que también era un internado. Conoce allí a Paul Lespes, condiscípulo, uno de los pocos que guarda memorias de un Ducasse adolescente (características que una vez más coinciden extrañamente con el célebre estereotipo gótico): «era un joven delgado, con la espalda un poco encorvada, la tez pálida, los cabellos negros le caían sobre la cara, estaba generalmente triste y silencioso y como retraído en sí mismo. Nosotros pensábamos que le hacía falta su país indígena… amaba extraordinariamente la parte donde Edipo se extraía los ojos y maldecía su destino, decía que le parecía muy hermosa; admiraba a Edgar Allan Poe y recuerdo que le dejó a otros de sus amigos un volumen con poesías de Teophile Gautier. Le teníamos por un espíritu fantástico y soñador, pero en el fondo un buen chico que no sobrepasaba el nivel medio de instrucción, seguramente por un retraso en sus estudios. Me mostró un día sus versos, no podría juzgarlos, pero me parecieron de ritmo un poco extraño y de pensamiento oscuro. El detestaba particularmente los versos latinos y sufría de migrañas penosas que creo que influenciaron sostenidamente su carácter…»
Ducasse sale del Opera de Barcelona (otro colegio donde termina su educación) en 1863 y envía a Lespes y otro condíscipulo años después una edición de los Cantos de Maldoror sin dedicatoria, pero que Lespes reconoce inmediatamente como obra suya: «por el estilo, por las ideas que eran una mezcla rara…»
Una de las explicaciones más difundidas a la creación de los Cantos de Maldoror es la historia de una discusión pendiente en el Liceo con un profesor que admiraba mucho, luego de leer uno de sus poemas en clase. Así Gaston Bachelard y Julien Gracq imaginaban que Maldoror se había producido producto de un resentimiento de adolescente, impregnado de una atmósfera escolar y el segundo lo atribuía a un rencor por su estadía forzada en el Opera de Barcelona. Enseguida tenemos otra visión, la de Jules Clôture, que muestra a Ducasse como un agitador político y revolucionario, visión que le parece a su condíscipulo Lespes exagerada. Ciertamente no podemos ignorar la influencia de su siglo y las convenciones de la novela gótica.
Ducasse muere tísico en 1870 a los 24 años, habiendo publicado Maldoror a los 22. En los Testimonios sobre Ducasse recopilados por su primer biógrafo Genonceaux lo muestran como un espíritu afiebrado, siguiendo extrañamente el camino de su admirado EA Poe, según Gomez de la Serna ; «en los días fríos y lluviosos de París, Ducasse permanecía en cama hasta la noche, pensando y escribiendo; tenía un piano, su único lujo» y André Malraux: «Ducasse comía apenas, no trabajaba salvo en la noche después de haber tocado su piano y bebía tanto café que escandalizaba al propietario del hotel».
Los Cantos de Maldoror son publicados en 1869 y pasaron totalmente desapercibidos hasta que son desbloqueados por los surrealistas en 1920. Existe una edición muy bella de sus Obras completas y Poesías hecha por André Breton con dibujos muy logrados, especialmente de André Masson, Max Ernst y como no, Salvador Dalí. Hay muchas fotos e imágenes del Conde, pero solamente se conserva una sola imagen que podemos presumir verdadera.
Algunas opiniones sobre esta obra que acumula millares de tesis, estudios, ensayos, plagios e influencias:
- André Breton: «comprendo que soy absolutamente incapaz de considerar con sangre fría el mensaje fulgurante que parece sobrepasar todas las posibilidades humanas».
- Albert Camus: «es el libro de un escolar casi brillante».
- André Gide: «la lectura de Rimbaud y el canto 6 de Maldoror hacen que me averguence de mi obra»
- Louis Aragon : «si uno lo prueba, toda la poesía se transforma en un cosa falsa y preparada».
¿Podemos imaginar un mejor material para la leyenda?
¿Lo han leído? ¿Qué les parece?