Hace muchos años para una página web llamada Goetia donde escribía sobre laberintos, catedrales y otros escribí este artículo sobre cómo se podía analizar a Corto Maltés y Dylan Dog como protagonistas de novelas góticas.
La titulé: «Dos eternos solitarios o cómo se actualizan los arquetipos gótico – románticos. Una farsa en tres Actos»: