
Ya no recuerdo cómo ni cuándo supe de Leonora Carrington, pero seguramente en mis lecturas sobre los surrealistas la descubrí y me enamoré de su vida, sus pinturas y su amistad hermosa con Remedios Varo y Kati Horna.
Cachureando llegué primero a «Memorias de abajo«, en la edición publicada por Siruela que tiene varios cuentos («La casa del miedo», «La dama oval» y «El pequeño Francis» y luego la descripción de su estancia en un siquiátrico donde fue enviada por su familia, luego del colapso mental que le produjo la Segunda Guerra Mundial y la separación de Max Ernst (tema que se detalla en el cómic «Armada de locura» de Mary y Bryan Talbot, que leí el mes pasado) y así fui leyendo y conociendo más sobre su vida y sus pinturas…
«Las crónicas de Narnia» es una de mis sagas favoritas de fantasía de la niñez. Fue la felicidad absoluta poder leer en español los tomos en edición de Andrés Bello, con las preciosas ilustraciones de Alicia Silva Encina, injustamente poco recordada y comentarios de Ana María Larraín. 